Cuando Sarah Louise Kerrigan era tan sólo una niña, descubrió que no era como las demás, tenía un talento: un don psiónico. Por culpa de este don y un destello de ira infantil, le provocó a su madre una hemorragia cerebral masiva, que acabó con su muerte. Este hecho, alertó a la Confederación
terran, pasando a formar parte del programa de
fantasmas, con el número 24601.
Tras acabar el programa de fantasmas, Sarah se convierte en una asesina imparable, al mando del corrupto gobierno de la Confederación, y pronto Arcturus Mengsk se interesó en ella con deseos de venganza, pero poco a poco se dio cuenta de que podía usarla como un arma contra la propia Confederación. Aprovechando la oportunidad de rescatarla de un edificio de experimentos clandestinos, Mengsk utilizó los recuerdos de
Sarah Kerrigan para infundir su rabia contra el gobierno, ofreciéndola una alianza.
Sarah Kerrigan tuvo la oportunidad de conocer a
Jim Raynor en una
misión en Antiga Prime.
Raynor no estaba de acuerdo con los métodos usados por Kerrigan para conseguir sus objetivos, pero el conflicto entre ambos derivó en un gran respeto y admiración mutua, que poco a poco dando lugar a algo más. Empezaron a realizar
misiones conjuntas, antes de que Mengsk los llevara a Tartosis. Al poco tiempo, Sarah descubrió los planes de Arcturus Mengks de colocar emisores psiónicos para atraer a los
zergs a uno de los planetas más poblados del sector. Este hecho, supondría la muerte de todo ser viviente en Tartosis. En contra de la misión, Sarah cumplió su misión, protegiendo los nidos
zerg de la amenaza
protoss. Lo que no se esperaba es que, Mengsk aprovecharía esa lealtad para abandonarla a su suerte en Tartosis. Este hecho hizo que
Raynor abandonara la revolución iniciada por Mengks, jurando venganza.
Lo que no sabía Mengsk, es que los zergs conocían la existencia de los poderes psiónicos de Sarah Kerrigan, por lo que la incorporaron al Emjambre. Gracias a sus facultades genéticas, el
Superamo convirtió a Kerrigan en una especie imparable con facultades psiónicas y letalidad biológica, creando así a la poderosa
Reina de Espadas.
Poco a poco, y gracias a la libertad de la que gozaba Kerrigan entre los suyos, la Reina de Espadas conquistó a sus semejantes y tomó el control del Emjambre, en cuanto el Superamo fue exterminado. En la actualidad, Sarah Kerrigan lidera la raza zerg hacia un futuro desconocido, que deberás descubrir tú mismo completando la historia de Starcraft 2: Wings of Liberty.